¡Hola!
En esta ocasión les vengo a platicar de un serum de vitamina C, hecho en casa. He visto diferentes fuentes (vídeos, bloggs, etc) y esto me ha parecido lo más sensato y fácil de hacer.
*Advierto desde un principio, es mi opinión y experiencia dentro de la cosmetología, esto no suple la revisión por algún profesional y mucho más si tienes alguna condición médica dermatológica.*
La vitamina C o ácido ascórbico es muy utilizado en la cosmetología, se le atribuyen muchas cualidades, pero, también tiene sus peculiaridades. Mucho tiempo antes de tener la opción de hacerlo en casa había pensado en comprar algún suero ya fabricado, me di cuenta que a lo mejor no son muy caros, dependiendo claro, de la marca a consumir. Hay que ser objetivos y saber que si pensamos en comprar algún producto con vitamina C, estamos pagando por un producto que no tenga el total efecto de la vitamina, y esto es porque es muy inestable. Esto quiere decir que cuando lo empecemos a usar la vitamina C empezará a oxidarse rápidamente y claramente pierde sus beneficios. Que no estoy diciendo que el producto se ponga malo, simplemente que el máximo efecto de la vitamina puede verse disminuido. Agregando esto a lo que le cuesta a nuestro bolsillo, pues si es para pensarse, ¿no lo creen?
Mi loca imaginación me hace pensar que quizás la empresa en cuestión elabore "planes" para evitar esa oxidación, pero llegando a este punto, ¿qué tipo de producto consumimos?, si se le agregan más productos químicos para su conservación. OK, siguiendo a lo que estábamos. Se dice que la vitamina C utilizada tópicamente (piel) es 20 veces más potente que cuando es ingerida. Entre sus propiedades:
- Es un potente antioxidante y neutraliza los radicales libres
- Es cicatrizante
- Promueve la síntesis de colágeno
- Da firmeza
- Alisa las arrugas
- Unifica el tono de la piel
- Disminuye la hiperpigmentación
- Deja la piel lisa y sedosa
Todo una joya, ¿no?
Podemos hacer nuestro suero con diferentes concentraciones del 5 al 15%, se recomienda que empecemos con la concentración más baja y poco a poco ir aumentando, para valorar la reacción de nuestra piel, y probándola en una zona pequeña, la vitamina C no deja de ser un ácido y por lo tanto pudiera irritar. Para que se vean los beneficios de sus propiedades se recomienda que se use a una concentración de 10 a 15%. Otros cuidados, cuando se esté utilizando el suero, utilizar un bloqueador solar preferentemente con FPS alto.
Anteriormente había encontrado información que la vitamina C es fotosensible, mas no he encontrado información que sea fototóxico, así que si alguien es gustoso de complementar información es más que bienvenido. En varios artículos médicos dermatológicos he encontrado lo siguiente:
Sin enrollarme más:
"La única manera de obtener grandes cantidades es aplicándola tópicamente, ya que por vía oral los mecanismos de control biológico restringen su absorción y posterior transporte a la piel. Para optimizar su absorción percutánea, la formulación del vehículo de la vitamina C debe tener un pH menor de 3.5, logrando máximas concentraciones en piel al 15%. La vitamina C protege el ambiente extracelular neutralizando el radical superóxido, hidroxilo y peroxinitrito y desempeña un rol importante en la regeneración de la vitamina E. La aplicación tópica de vitamina C protege a la piel contra el eritema y la inmunosupresión producida UVB y UVA, mediante un mecanismo no relacionado con la absorción de la radiación ultravioleta."
Sin enrollarme más:
Ingredientes:
Para una concentración al 15%
1.5g ácido ascórbico en polvo (lo compré aquí)
8ml agua de rosas
2ml glicerina pura
NECESARIO: un frasco cristal color ámbar
Fórmulas:
Concentración al 15% -----1.5gr polvo + 10ml líquido
Concentración al 10% ----- 1gr polvo +10ml líquido
Concentración al 5% ----- 0.5gr polvo + 10ml de líquido
*Usé balanza digital
Para realizarlo lo primero que agrego es el ácido ascórbico en un vaso de vidrio y le agrego el agua de rosas hasta que se disuelva completamente, Agitando bien por que tarda un poco en disolverse, después sólo agrego la glicerina y mezclo una vez más. Así de sencillo.
Se tiene que guardar en el frasco color ámbar para evitar que la vitamina C se oxide más pronto y se guarda en el refrigerador.
Entre sus incovenientes, como ya se habló hasta el cansancio de la oxidación de la vitamina C, tiene una duración de aproximadamente 6 o 7 días en el refrigerador, después pierde sus propiedades y tenemos que hacer un tanto más. Al terminar el suero queda un líquido claro, transparentoso, así como vaya oxidándose va ir tomando un color blanquecino, es momento de desecharlo.
La cantidad de sus ingredientes se puede personalizar, poner más glicerina o más agua de rosas dependiendo de las características de tu tipo de piel, pero que siempre sean los 10 mililitros. Por ejemplo: mi piel es grasa, a mí me va perfecto así como está la receta, con 2ml de glicerina; le he hecho suero a mi madre y ella tiene la piel seca así que para ella le he puesto 3ml de glicerina y 7 de agua de rosas, puedes intentarlo de una manera y dependiendo como responda tu piel ir modulando los ingredientes (ojo: el agregar más glicerina, hará que tenga más humectación pero también al aplicarlo será una sensación más "pegajosa").
Para mí, el mejor momento es aplicarlo por las noches, todos los días, después de limpieza del rostro, y despues aplicar la crema hidratante habitual, a mí me queda tan humectante el suero que sólo pongo contorno de ojos y paso por alto la hidratante, la piel amanece muy suave y de un buen aspecto. Suelo usarlo por temporadas, sin ningún tiempo en especial. Esta primavera-verano deje de usarlo pero creo que volveré a hacerlo con el debido uso de FPS 😊
Notas aclaratorias:
-He visto que hacen este tipo de suero con tabletas de suplemento de farmacia, solo muelen las tabletas, preferí comprar el ácido ascórbico en polvo para ahorrarme este paso!😂
-Ácido cítrico NO es lo mismo que ácido ascórbico, así que no lo usen!!
Por ahora, hasta aquí mi boletín informativo.
😆
¡Suerte!
**Esto lo encontré en: Antioxidantes en Dermatología, Gissel Ivonne Castellanos Ramos , Daniel Alcalá Pérez, DermatologíaCMQ2010;8(4):272-27, Volumen 8 / Número 4 n octubre-diciembre 2010
No hay comentarios.:
Publicar un comentario